#COLUMNASIMONETTI Milei

¿POR QUÉ ESCRIBO SEGUIDO SOBRE MILEI?

UN PRESENTE AGOBIANTE

“No hay pasado ni futuro, todo fluye en un eterno presente”

James Joyce

                   Me gusta escribir de mañana mis columnas bisemanales. Me da la impresión de que tengo mayor fluidez para articular mis ideas. Pero, bastante en estos tiempos, la tarde anterior trato de convencerme de que no voy a hablar del gobierno en ejercicio, y de su titular Javier Milei, intentaré otro asunto.

                   Debido a la temática que abordo, la política, me surge, entonces, el pasado como golpeando la puerta de mi mente, el pasado kirchnerista con toda su carga de desventuras, que en gran medida están condicionando el presente.

                   ¿Pero qué aportaría hablando de un tiempo que fue y del que escribí suficientemente? ¿Qué le agregaría al lector, que ya votó por un cambio contundente? ¿Traer recuerdos de aquello que no debemos repetir?

                   Probablemente ello conserve algún valor, pero es tan agobiante este presente, que hablar de un pasado reciente que tanto daño nos ha hecho, es hacer meramente una catarsis, porque ya pasó y fue eyectado a través de la forma que tiene la democracia: el voto.

                   Hablar del pasado, sería como postergar el análisis de temas del presente que deben ser abordados casi día a día. Hay que decir que este gobierno, y en especial sus integrantes, generan permanentemente noticias candentes por lo que hacen y por lo que no hacen o hacen mal.

                   ¿Qué tengo un preconcepto de Milei? No lo sé, no lo creo, aunque su personalidad llama, un comportamiento casi imposible de descifrar en el juego complejo de la política y de las instituciones de la república. Pero, trato de centrarme en lo que hace y en lo que omite en ejercicio de su alta magistratura.

                   El gobierno no necesita que un columnista de un diario de provincia le tire rosas, a pesar de que la máquina de “trolls” libertarios también funciona a full en Corrientes.

                   El mandamás de turno siempre tiene una estructura oficial y paraoficial que le hace propaganda. A ello le suma, una compleja red comunicacional virtual, que impone temas, valoriza figuras y cancela otras.

                   Así que una administración, cualquiera sea, tiene su propia red sostenida con dinero del estado para su propaganda. Lo que necesita es un periodismo independiente, que señale los defectos y omisiones, con el republicano concepto de equilibrar los pesos y dar cuenta de la realidad que también se centra en la contracara del relato oficialista. Una pluralidad que rara vez se alcanza dado el poderoso aparato comunicacional de los que mandan.

                   Es más, en este mismo diario, convivimos columnistas que tienen distintas visiones sobre muchos temas, entre ellos sobre el gobierno. Porque así debe ser y así es la pluralidad democrática. Lo importante que todo se haga con buena fe, que nadie se disfrace de periodista para favorecer a tirios o a troyanos.

                   Vivimos una realidad muy difícil, y el tiempo del libertario está hecho de presentes continuos, muchos presentes, imposibles de ignorar, a pesar de que tengamos conciencia de la pesada herencia y del proyecto ideológico que se intenta instrumentar.

                   Es que, además de aquello que es de continua presencia, como la suba de precios (aminorada por la inflación en baja), la pérdida de puestos de trabajo (se dieron de baja casi 300 mil cuentas sueldo), la caída de la actividad económica en casi todos los rubros, una pobreza del 55,5% y una indigencia del 17,5% en el primer trimestre del año (datos UCA), le sumamos un presidente que ejerce a medio tiempo su función.

                   No le gusta sentarse a administrar, delega en exceso para luego despedir al funcionario, crea un mega ministerio imposible de manejar, y luego apoya a la funcionaria que no funciona (diría Cristina) y que ya ha provocado problemas en la primaria necesidad de distribución de alimentos que se vencen.

                   Es un crimen imperdonable que los alimentos estén a punto de vencer y no se distribuyan, en un país en el que padecen de inseguridad alimentaria -no tienen garantizado la comida diaria- el 26,4% de las personas, el 21,8% de los hogares y el 35% de los niños, niñas y adolescentes

                   Hay que decir que su equipo de inexpertos no es lo mejor para un presidente que tampoco tiene experiencia en la gestión y que además dedica la mayor parte de su tiempo a ser conferencista.

                   Sus continuos derrapes temperamentales, hasta cierto punto se constituyen en anecdóticos ante tantos datos objetivos de lo que es su preferencia: la macro. La micro, es la que sufren todas las familias, todos los días.

                   La cuestión es preguntarse cuando comenzará la política libertaria a traducirse en alivios para la gente, porque esperar 40 años para parecerse a Irlanda, es un poco mucho, no?

                   Por esos presentes, es difícil eludir la temática continua de un gobierno que dice que ve lo que muchos no ven, con una  luna de miel que va resultando ya empalagosa.

                  Dr. JORGE EDUARDO SIMONETTI

 

Jorge Simonetti

Jorge Simonetti es abogado y escritor correntino. Se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste. Participó durante muchos años en la actividad política provincial como diputado en 1997 hasta 1999 y senador desde 2005 al 2011.

Se desempeñó como convencional constituyente y en el 2007 fue mpresidente de la Comisión de Redacción de la carta magna. Actualmente es columnista en el diario El Litoral de Corrientes y autor de los libros: Crónicas de la Argentina Confrontativa (2014) ; Justicia y poder en tiempos de cólera (2015); Crítica de la razón idiota (2018).

https://jorgesimonetti.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back To Top