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SOBRAN POLÍTICOS, FALTAN IDEAS

                              
La República improvisada.- Sergio Fajardo Valderrama es un político y matemático colombiano, actualmente Gobernador de Antioquía por el Partido Verde.- Fue alcalde de Medellín, la capital del departamento, en el período 2004-2007.- Analistas políticos lo catalogan como “una opción descontaminada y descontaminante” en la política; el diario español El País lo proclamó como “el independiente más independiente de todos”.- Durante bastante tiempo orientó sus esfuerzos en el área académica de importantes universidades de Colombia y del mundo.-
                               Días pasados, estando en Argentina, una radio lo entrevistaba.- Entre sus interesantes conceptos, dejó esta frase: “el que paga para llegar, llega para robar”.- Cualquier similitud con el clientelismo nacional, no es pura coincidencia.-
                         Sus tres años de alcalde, revolucionaron positivamente la, por entonces, peligrosa ciudad de Medellín.- Violencia, desigualdad social y corrupción fueron los principales problemas que Sergio Fajardo encontró cuando en 2004 llegó a gobernar esa ciudad colombiana, asoladaen ese tiempo por el narcotráfico.- Tres años, bibliotecas y libros, fueron la clave para transformar el rostro adusto de la ciudad por un lugar donde la gente busca oportunidades para ser mejor.-
                               Durante su gobierno, el alcalde Fajardo transformó la comuna gris y peligrosa que el crimen había hecho de Medellín, en la ciudad de la esperanza.- Educación y cultura fueron sus grandes aliadas en esta cruzada.- Fajardo empezó su administración con una consigna: dar lo mejor a los más pobres. Los mejores parques, las más modernas escuelas, bibliotecas, espectáculos. “Les devolvimos la dignidad a un pueblo que antes sólo recibía migajas y encima las agradecía”, dijo.-
                               “Medellín, la más educada”, un proyecto urbanístico de desarrollo llevado a cabo durante su gobierno, fue galardonado con el premio City de Barcelona.- La ciudad obtuvo la mejor calificaciónen la Encuesta de Probidad de Colombia, que mide el grado de corrupción en cada una de las ciudades
                               De tan sencillo, no parece real.- Fajardo golpeó a la violencia y al narcotráfico con cultura, con bibliotecas en cada lugar, con lectura, con instalaciones educativas modelo en cada barrio.- Ideas simples de un político que se sale del molde.-
                               Rosario, en cambio,  se ha convertido en la capital del narcotráfico argentino.- Hace varios años está gobernada por el socialismo.- En los últimos tiempos, tuvo la colaboración del gobierno nacional para combatir el flagelo.- Más policías, más gendarmes, más represión.- Resultado: casi nada.- Sigue siendo una ciudad peligrosa e invadida por esa lacra que azota el mundo contemporáneo.- Otro tanto sucede en el conurbano bonaerense, en el que la droga y la marginalidad hacen estragos entre la comunidad.-
                               La pregunta es: ¿cómo Medellín pudo y Buenos Aires y Rosario no? Larespuesta está en advertir la diferencia entre, por ejemplo, políticos como Sergio Fajardo Valderrama y políticos como Aníbal Fernández.-
                               Lo primero que hay que hacer para combatir un problema, es tener la voluntad de hacerlo; lo segundo, tener ideas de cómo hacerlo.- Sin voluntad, hay complicidad; sin ideas, hay ineficacia.- Fajardo tuvo la voluntad de erradicar el narcotráfico, pero también tuvo las ideas para hacerlo.- En los políticos argentinos, primero hay que ver si se tiene la voluntad de hacerlo, para luego ver si existen las ideas.- Creo que en el tema, ni lo uno ni lo otro abundan en nuestro país.-
                               El objeto de este artículo no es el análisis del componente volitivo de la política, sino de su costado intelectual, de aquello que tiene que ver con la preparación, el estudio, las ideas.-
                               Aunque a muchos no les parezca, tengo para mí quela política es la actividad más difícil del mundo, porque para hacer bien la tarea se debe tener la capacidad deproyectar soluciones para el conjunto de una comunidad y no solo para un individuo o una familia, cuestiones que tienen que ver con la salud, la seguridad, la educación, la vivienda, la libertad.-
                               Si para curar, defender, reparar, construir, interpretar, actividades de la vida humana de todos los días,  debo tener un talento y capacitación específica que se adquieren con el estudio y la dedicación, ¿por qué razón a la política confluyen en su mayoría personas sin la mínima preparación para encarar los grandes problemas que plantea el gobierno de una comunidad?
                               ¿Es la política y el puesto público el refugio de personas sin talento, sin preparación, sin ideas?
                               Durante los tiempos de cierre de listas, es conmocionante observar cómo se agolpan y pelean los pretendientes a ocupar un lugar de la grilla.- Si en esos dramáticos momentos, corriera la noticia que a los candidatos se los seleccionará a través de un simple examen con formato de “múltiple choice” acerca de lo que conocen sobre el puesto al que aspiran, y cuáles son sus ideas y proyectos, casi seguramente se contarían con los dedos de una mano los que permanecerían en la fila de postulantes, el resto huiría despavorido.- O tal vez no, porque una enfermedad típicamente argentina es aquélla de no conocer los propios límites.-
                               Seguramente, en los tiempos de la mediocridad más obscena, el “concurso de ideas” para elegir candidatos a cargos electivos obtendrá el casi unánime rechazo de la comunidad política, por constituir un método antidemocrático.- Elegir a los candidatos por su capacidad, conocimientos, proyectos, inserción comunitaria, es un concepto “facho”, que tiende a cerrar los caminos a la “participación popular”.-
                                Los espacios políticos, las candidaturas, los puestos públicos, deben estar abiertos para todos y todas, sólo se les exigirá demostrar previamente que sepan entregar una bolsa de mercadería, una chapa de cartón, ser de sonrisa ancha y de promesa fácil, tener capa y botas de lluvia para las ocasiones especiales, repartir abrazos y alzar chicos con gracia y ductilidad.-
                               La degradación de la política puede verse en la juventud, cada vez menos preparada y más ambiciosa para ocupar cargos.- Es que no pueden ser distintos si nos toman a los mayores como ejemplo.- El entusiasmo por las ideas ha sido reemplazado por la urgencia del puesto público, la preparación y el estudio por la adulonería  y la frivolidad.-
                               Sergio Fajardo Valderrama no es un extraterrestre.- Es una persona preparada, que hizo funcionar un órgano que la política tiene olvidado, el cerebro, para introducir ideas simples y efectivas, que nos reconcilian con aquello que nunca debemos perder: el arte y la pasión de la política, que es trabajar por los demás, pero no de cualquier manera, sino con inventiva e integridad.-
                               Cierto es que la “tecnocracia” no es una fórmula exitosa para el gobierno de una comunidad, pero la “burrocracia” lo es menos (con el perdón del pobre animal).-
                               Si siempre hacemos lo mismo, no pretendamos obtener resultados distintos, lo mismo sucede si siempre votamos de la misma manera, no obtendremos políticos diferentes.- El político es el fruto de su comunidad.- Por ello,  el cambio debe partir de la misma comunidad, para que el producto sea mejor.-
                              
                                                       Jorge Eduardo Simonetti
             

                                                  

Jorge Simonetti

Jorge Simonetti es abogado y escritor correntino. Se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste. Participó durante muchos años en la actividad política provincial como diputado en 1997 hasta 1999 y senador desde 2005 al 2011.

Se desempeñó como convencional constituyente y en el 2007 fue mpresidente de la Comisión de Redacción de la carta magna. Actualmente es columnista en el diario El Litoral de Corrientes y autor de los libros: Crónicas de la Argentina Confrontativa (2014) ; Justicia y poder en tiempos de cólera (2015); Crítica de la razón idiota (2018).

https://jorgesimonetti.com

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