#COLUMNASIMONETTI Ariel Lijo ficha limpia

MILEI-CRISTINA: DO UT DES

LIJO Y FICHA SUCIA

“Los que pueden llegar a venir son peores que Lijo”

Lucía Corpacci, senadora kirchnerista por Catamarca

***Con el desplante al Papa y al “zurdo” Gabriel Boric, con motivo del 40° aniversario del acuerdo de límites con Chile, crece la fama de inflexible de Milei, que le reporta adhesiones. Sin embargo, parecería que esa rigidez pública, se vuelve flexible por lo bajo en las negociaciones con Cristina para conformar la Corte con Lijo e impedir la ley de ficha limpia. Cuando amerita, el Presidente baja al barro del toma y daca de la “casta”.

                   El presidente libertario que supimos conseguir es un incesante generador de noticias, cada una de ellas deja vetusta a la inmediata anterior. Es una de las claves de la estrategia oficialista, que buenos resultados le está dando.

                   Una de las últimas es la inasistencia del canciller Werthein -reemplazado por el embajador- a la ceremonia papal de conmemoración del 40° aniversario del acuerdo de límites con Chile, en el que el Vaticano tuvo una actuación decisiva. Es un desplante dedicado a Francisco y al “zurdo” Gabriel Boric, que sí estará representado por su ministro de Relaciones Exteriores.

                   La volubilidad de nuestra política exterior, también sometida no sólo a los ideologismos sino además a las mutaciones de humor del poder, había dejado, un par de días antes, del lado de la “casta” a la vicepresidenta Villarruel, expulsada de hecho de las “fuerzas del cielo”.

                   Sin embargo, sucesos tan importantes y críticos en el ámbito institucional, uno interno y el otro con proyecciones internacionales, quedaron viejos ante sendas movidas en el Congreso que, pocos dudan, salen de la Rosada.

La Corte por una firma y ficha sucia

                   La firma favorable en comisión de Lucía Corpacci a la aprobación del pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema, detonó de pronto. La senadora catamarqueña no mueve un dedo sin la aprobación de Cristina Kirchner. Ergo.

                   Días después, ocho ángeles de La Libertad Avanza en Diputados se sumaron a los inasistentes para impedir el quórum de la sesión en la que se iba a tratar el proyecto de ficha limpia para las próximas elecciones.

                    Una señal contundente, dirigida a favorecer la candidatura de la expresidenta, aunque, se sabe, la ley tiene destino inexorable de inconstitucionalidad por violar la presunción de inocencia, que sólo concluye con una sentencia definitiva condenatoria, conforme reiterada jurisprudencia de la Corte.

                   Siempre pensé que los entredichos entre Mieli y Cristina son “peleítas amistosas” casi de pareja, puro “acting”, que en el fondo esconden la lógica de acuerdos políticos no escritos de confrontar públicamente para tejer privadamente con más tranquilidad.

“Los intereses políticos y judiciales de Milei y Cristina, convergen a la larga”

                   Es el propio presidente el que subió a la expresidenta al ring, para ser la retadora oficial en las elecciones del año próximo. Es el escenario perfecto para ambos, que se quedan con los despojos de las fuerzas del medio político. El que no simpatiza con uno, opta por el otro, y así todos contentos: Milei que se consolida con sus sueños de “topo eterno”, y Cristina como la representante principal de la oposición.

                    Ambos tienen intereses políticos y judiciales confluyentes. Políticos, para que la elección se polarice entre ellos y se lleven la mayoría de los votos. Judiciales, una Corte que cajonee o nulifique las causas de Cristina, y que, a la vez, dé piedra libre al gobierno libertario en su pretensión de una Corte “sijavierista” que no limite las decisiones del presidente.

                   A Cristina no le saldría un alto precio político, porque de sus treinta y tres leales, con sólo ocho de ellos que se le “rebelen” en el Senado, ya se carecería del tercio necesario para obstruir el procedimiento que avala el acuerdo.

Vialidad: un pavimento hacia las rejas

                   La firma de Corpacci para el pliego de Lijo, no así para el de García Mansilla, podría preanunciar un acuerdo senatorial. Justo en un momento en que la causa “Vialidad”, ha tenido sentencia de la Cámara de Casación condenando a Cristina Kirchner a seis años de prisión.

                   En un fallo de 1541 páginas, los magistrados subrayaron el papel central de la misma en el direccionamiento de las licitaciones en favor de Lázaro Báez, condenándola por administración fraudulenta.

                   La sacó barata, porque para uno de los integrantes del tribunal, el juez Hornos, existió una organización criminal que cometió una multiplicidad de delitos, en cuyo marco la expresidenta dio órdenes, dispuso traslados, organizó reuniones, solicitó información y tomó decisiones claves para el funcionamiento de esa “asociación ilícita”.

“El emblema de la corrupción kirchnerista a gran escala estuvo en la obra pública”

                   A modo de ejemplo, la expresidenta habilitó la formación de un fideicomiso que destinaba para las obras públicas lo cobrado por la tasa al gasoil, colocó su control en cabeza de la Dirección Nacional de Vialidad, al tiempo que facultó a su Secretario de Obras Públicas José López (sí, el de los bolsos), también condenado, a realizar modificaciones al fideicomiso, permitiendo así el uso discrecional de los cuantiosos fondos.

                   La sentencia ha sido recurrida, tanto por la defensa, que alega “lawfare” (persecución judicial), como por la fiscalía, para quién la condena debe abarcar la figura penal de la asociación ilícita que incrementaría la condena.

                   Con este panorama, no puedo dejar de pensar en Carlos Menem, cuyas condenas en dos causas, contrabando de armas y Río Tercero, durmieron el sueño de los justos en los cajones de la Corte Suprema, y, cuando ésta confirma la condena, el riojano estuvo protegido por sus fueros de Senador hasta el final de sus días.

Lijo: un habilidoso cajonero de las causas políticas

                   La Corte es el único tribunal del país que no tiene tiempos procesales para dictar sentencia, y, normalmente, las causas con contenido político, se posponen para momentos en que la resolución de las mismas no tengan tanto impacto público.

                   Según parece, Cristina no sólo ha salido a la palestra para presidir el Partido Justicialista, al que siempre ninguneó, sino además para ser la candidata del sector para los próximos comicios legislativos.

                   Ganancia doble para la misma. A través de los fueros parlamentarios se protege de eventuales desgracias judiciales, y conserva un lugar importante en el universo político como representante de la oposición principal, que sigue siendo el kirchnerismo.

                   Ariel Lijo, cuyo pliego tiene una inusitada cantidad de objeciones de toda índole, moral, funcional, académica, sería el especialista penal en la Corte, por lo que una nulidad general de las condenas de Cristina sería una salida posible, aunque altamente perjudicial para la imagen del gobierno.

“Lijo se convertirá en el  Joker del juego de Milei y Cristina”

                   Pero, la principal habilidad del actual juez de Comodoro Py, es el cajoneo de las causas políticas, un prestidigitador que no hesita en utilizar el cloroformo jurídico para maniobrar cuando la situación lo amerita. Eso es lo que ambos bandos esperan de él.

                   De igual modo, con ser altamente probable la estrategia que comentamos, no está cerrada finalmente, porque quedan cabos sueltos. Lo de García Mansilla chocaría contra la pretensión del kirchnerismo de poner a uno de los suyos, o una ampliación de los integrantes que le garanticen por lo menos dos lugares en los sillones del Palacio de la calle Lavalle.

                   Con todo, Cristina tiene ya 71 años y, en el peor de los casos, le esperaría un encierro entre las paredes de su departamento de calle Juncal.

                   Final abierto todavía, pero con un Milei que tendrá que pisar el barro para concretarlo. Te doy para que me des.

                   Dr. JORGE EDUARDO SIMONETTI

 

 

 

Jorge Simonetti

Jorge Simonetti es abogado y escritor correntino. Se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste. Participó durante muchos años en la actividad política provincial como diputado en 1997 hasta 1999 y senador desde 2005 al 2011.

Se desempeñó como convencional constituyente y en el 2007 fue mpresidente de la Comisión de Redacción de la carta magna. Actualmente es columnista en el diario El Litoral de Corrientes y autor de los libros: Crónicas de la Argentina Confrontativa (2014) ; Justicia y poder en tiempos de cólera (2015); Crítica de la razón idiota (2018).

https://jorgesimonetti.com

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