“Federalismo de amigos”.- ¿Es sólo impresión mía o nosotros los argentinos nos deberíamos regir por una Constitución que establece el sistema republicano, representativo y federal de gobierno? ¿Las provincias históricamente formaron la nación para delegarle determinadas materias o los mandones nacionales nos dividieron en provincias para manejarnos a su antojo?
Días pasados, el Ministerio de Hacienda de la Provincia dio a conocer un informe, que no fue desmentido por autoridades nacionales, en relación a los recursos “discrecionales” remitidos por la Nación a las cuatro provincias del NEA.-
En primer lugar, parece mentira que en un país civilizado, en una república con normas jurídicas, en un estado de derecho, tengamos que estar hablando de fondos de carácter “discrecional”, es decir repartido al antojo del gobernante, porque ello significa que las provincias estamos sujetas a la voluntad caprichosa del funcionario de turno y no, como debería, a la recepción de fondos prolijamente reglados por una ley.-
En el período 2010/2014, Cristina abrió su caja discrecional y repartió, en millones de pesos, 10.583 para Misiones, 9.746 para Chaco, 5.464 para Formosa y 3.220 para Corrientes.- En números redondos, para Cristina los correntinos necesitamos o merecemos un tercio que misioneros y chaqueños.- Es mera casualidad que las tres provincias hermanas tengan gobiernos kirchneristas y la nuestra radical.-
Un tercio de desarrollo, un tercio de educación, un tercio de salud, un tercio de seguridad, un tercio de calidad de vida, es la evaluación presidencial acerca de los hombres y mujeres de Corrientes.-
No tengo necesidad de decir que Cristina no es la única responsable de la distribución inequitativa de los recursos estatales entre las provincias, todo el arco político ha coparticipado en la sanción de las normas que le permiten al Poder Ejecutivo tener una inmensa cantidad de dinero, cada vez mayor porcentualmente hablando, de libre disponibilidad.- Obviamente, para los amigos la mejor parte.-
Lo más dramático de esta situación, es que en los últimos años se ha instalado en el imaginario colectivo, en el discurso político, en la práctica ciudadana, la creencia que hay que hacerse amigo del mandón de turno nacional, para recibir por favoritismo aquello que deberíamos recibir por derecho.-
La amistad con Cristina en los últimos tiempos, con Scioli, Macri o Masa en el futuro próximo, es el programa político que levantan muchos dirigentes, que van perdiendo por el camino el caudal de los principios, para reducir aún más sus raquíticas propuestas con las miserias de sus conveniencias, compinchismos y privilegios.-
San Martín vivió y peleó por España en sus años mozos, contra Napoleón, pero cuando vino a su tierra fue el patriota que combatió sin tregua la dominación española, de ninguna manera el compinche que negociara con los reyes españoles una dádiva de libertad.- Ferré fue digno representante correntino contra el centralismo porteño.-
Ha cambiado el mundo, ha cambiado la Argentina y han cambiado los parámetros éticos.- Antes, nuestros gobernantes representaban a Corrientes ante la Nación, hoy muchos dirigentes políticos locales representan a los poderosos de Buenos Aires ante los correntinos.-
Las elecciones muchas veces definen los tiempos por venir.- Tenemos en los próximos meses, la posibilidad de votar por más derechos y menos dádivas.- Debemos ser más ciudadanos de una Provincia y menos beneficiarios de favores centralistas, queremos más gobernantesque gobiernen y menos amigos que mendiguen, queremos justicia distributiva y no asistencialismo mendicante, queremos los que nos corresponde por derecho y no lo que quieran darnos por voluntad del que manda, queremos ser partes que forman el todo, no de un todo que no tiene partes, queremos regirnos por la Constitución y no por códigos de amistad.- En definitiva, no queremos dejar de ser correntinos con derechos para pasar a ser amigos con beneficios.-
La pregunta que nos hacemos, mirando en retrospectiva, es ¿qué nos ha llevado a tener una dirigencia que en gran parte ha declinado sus responsabilidades más elementales con su pueblo, en beneficio de la obediencia debida con aquéllos que manejan la birome? Y aún peor, ¿qué nos ha pasado como sociedad que en parte importante apreciamos más la dádiva del poderoso que el derecho del justo?
Seamos equilibrados, este disvalor social no viene de ahora, ya existía con gobiernos anteriores, en los que, quizás menos desembozadamente y con menos margen discrecional, se privilegiaba a los amigos.-
Pero cierto es que el desequilibrio se ha marcado pronunciadamente en los tres lustros que transcurren de este siglo.- Este gobierno, por la vía de su comportamiento de doble rasero, de su maniqueísmo militante, de su vara bifronte, ha dividido a la sociedad, a las personas, a las Provincias, en “nosotros” y “los otros” y a los correntinosnos ha tocado quedar instalados en la “otredad”, en la que no tiene una mirada benigna desde la cima nacional.-
Entonces, económicamente estamos viviendo en un régimen en el que se practica el “federalismo de amigos”, tres veces más recursos para Chaco y Misiones que para Corrientes, el “capitalismo de amigos”, con muchas obras y concesiones para Cristóbal, Lázaro y otros, los “derechos humanos de amigos”, con genocidas enemigos y los Milani bondadosos, la “justicia de amigos”con “Justicia legítima” y de la otra.-
No es casualidad, entonces, que el segundo puente sea una quimera, que la doble vía desde Riachuelo alcance apenas el carácter de una afirmación electoralista, que tantas cosas que se dicen en tiempo de campaña estén finalmente reducidas a ser concretadas en cuentagotas si hay sintonía amistosa y política con los ocupantes del mando nacional, o, caso contrario, a engrosar la larga lista de promesas incumplidas.-
Creo, finalmente, que la disfuncionalidad en el ejercicio del poder no es patrimonio exclusivo de este régimen, este movimiento político, este liderazgo.- Forma parte de nuestra disfuncional cultura política, que nos ha llevado persistentemente a ejercer el poder de manera “desinstitucionalizada”, a privilegiar en política la amistad personal y la conveniencia circunstancial por encima de la comunidad de ideas y principios, a perdernos en la urgencia de las cuestiones coyunturales y no abonar el futuro con la seriedad de objetivos y proyectos comunes.-
Así, tenemos la dirigencia que tenemos, improvisados, coyunturales, livianos, porque también, muchas veces, nuestro voto es improvisado, coyuntural y liviano.-
Empecemos por el principio, y en los próximos comicios votemos por más derechos y menos dádivas.-
Jorge Eduardo Simonetti