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MILAGRO

Pobreza y clientelismo.- Estoy convencido que el ser humano corriente, es producto de su medio y de su tiempo.- Sólo las mentes brillantes, los grandes hombres y mujeres, son los que se sustraen a la influencia decisiva de su entorno, para cambiar la dinámica normal y volverla en sentido diverso: son ellos, con sus ideas y sus acciones, los que cambian el entorno.- El resto, el común de los mortales, no somos determinantes sino determinados por la circunstancias que presenta la vida.-
                               Milagro Amalia Ángela Sala, es el resultado del tiempo y del lugar en los que le tocó vivir.- Con defectos, viralizados al máximo por la mayor parte de la prensa, y con virtudes, a veces no tan conocidas, esta jujeña de 51 años, con la sangre indígena que corre por sus venas, ha sido el centro de disputas políticas en los últimos años.-
                               Recurriendo sólo a la información que suministra Wikipedia, diré que a los 15 años descubrió que era adoptada y que su madre biológica la había dejado abandonada dentro de una caja de cartón.- Vivió entre buscavidas, vendedores de droga, ladrones y prostitutas. Era lustrabotas.- A los 18 años fue presa.- Tras ocho meses de cárcel, se cimentaron aún más sus sensaciones de injusticia.-
                               Su rebeldía de vida no la llevaría, sin embargo, a tomar el camino del delito.-   Dijo ella: “Una vez me metieron en la cárcel injustamente ocho meses, por ser pobre…el poder era injusto conmigo…la justicia es justa con los que tienen plata…en la cárcel me juré que iba a luchar para que no hubiera más injusticia”

                               A los 16 años empezó a dormir en la sede de la Juventud Peronista, a los 25 años adoptó a 12 chicos de la calle, como hijos propios.- Su primer empleo fue como mensajera del gobernador Carlos Snopek.- Fue delegada de ATE y en 1999, cómo consecuencia de las demandas por bolsones de mercadería y de los Planes Trabajar para desocupados, creó la Organización Barrial Tupác Amaru.-
                               Esta organización indigenista, con delegaciones en 15 provincias, tiene hoy alrededor de 70.000 afiliados.- Las cooperativas de la Tupac generan miles de puestos de trabajo formales(con monotributo social) y otros tantos indirectos.- Han construido más de ocho mil viviendas, tienen fábrica textil, metalúrgica, de muebles de caño, bloques, adoquines y estructuras.-  Han  fundado varios centros educativos, primario, secundario y terciario.-  También levantaron un Centro de Atención de Discapacitados en el Barrio de Alto Comedero, en San Salvador de Jujuy.-
                               Según voceros de la agrupación, ello les ha permitido superar el submundo de la desocupación, la delincuencia, la marginación, e integrarse a una sociedad civil con derechos y obligaciones, como cualquier ciudadano jujeño.-
                               Desde diversos sectores sociales y políticos, se critica a la corporación por haberse convertido en una estructura política con organización casi militar, que mantiene cautivo a sus afiliados a través del plan social y de la vivienda sin título, y de ser fuerza de choque del kirchnerismo en la provincia, aprovechando los cuantiosos fondos que recibe del Gobierno Nacional, cuya transparencia en su administración ha sido puesta duramente en cuestionamiento.- 
                                Su creadora y líder, Milagro Sala, ha sido identificada por sus detractores cómo el verdadero poder detrás del poder, algo así como una “gobernadora de hecho”, con más atributos de mando que el propio gobernador Eduardo Fellner.- Su carácter firme e intransigente, la ha hecho temida no sólo por sus adversarios, sino también por sus propios compañeros.-
                               Presentada de tal manera la organización y a su líder, tengo para mí que ambas constituyen un caso paradigmático del drama nacional y de los tiempos que corren.- Son el resultado casi lógico de una Argentina desigual, que sólo atina a menguar sus problemas de pobreza a través de la dádiva.-
                               En estos últimos días, a raíz de la muerte lamentable del joven Jorge Ariel Velázquez, asesinado por la espalda, nuevamente la prensa nacional ha puesto sus ojos en la provincia de la “bota”, como lo hace también en Tucumán, por los sucesos casi dramáticos de una elección duramente cuestionada.-
                               Tanto una como la otra pertenecen a aquello que formalmente se da en llamar Región Norte Grande Argentino(Catamarca, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Tucumán, Salta y Santiago del Estero) y que crudamente llamaremos el Norte Pobre y Olvidado.-
                               El drama jujeño y tucumano, más que la Tupac Amaru y  el turbio proceso electoral, tiene que ver con la pobreza y el autoritarismo feudal que las preside.-
                               Este modelo de país, que hoy tiene como principales candidatos presidenciales a tres políticos que viven la región de la macrocefalia nacional, ha condenado a las provincias periféricas, y en especial a las del norte del país, a vivir en el desamparo y la desesperanza más absoluta, peleando por las pocas monedas que deja caer el bolsillo centralista del poder.-
                               La culpa de ello, de la pobreza y la falta de expectativas, no es patrimonio exclusivo de Cristina, obviamente, aunque ello le haya venido como anillo al dedo para construir un formidable aparato de “clientelismo institucionalizado”, en el que Milagro Sala es una pieza central pero también una víctima del sistema.-
                               Nadie puede rasgarse las vestidurasporque en la pequeña Jujuy se haya montado una singular organización que alimenta, educa, pero también somete casi militarmente a sus desposeídos integrantes.- Menos aún pueden hacerlo aquéllos que desde los resortes de poder, no entienden, nunca han entendido, que existe también un país interior, que necesita justicia y mejor distribución de los recursos todo el año, los 365 días, no sólo durante las pocas semanas que son noticia nacional por la ingrata situación de un asesinato o un escándalo electoral.-
                               Mientras exista este modelo, mientras la pobreza esté exponencialmente extendida en las entrañas olvidadas de un país paradójico, mientras haya necesidades insatisfechas, de alimento, vestido, educación, salud, seguirán existiendo las Cristina, que medran con el clientelismo institucionalizado, las Milagro Sala que ayudan a los desposeídos pero someten a cambio, los Alperovich, que feudalizan la sociedad y se eternizan en el poder, sobre la base de la ignorancia y el desamparo de la gente.-
                               Pero también, seguirá existiendo una clase política que sólo se pone las botas de lluvia cuando las cámaras están prendidas y los micrófonos encendidos, para luego seguir de espaldas e ignorantes de todo lo que sucede más allá de los estrechos límites geográficos y conceptuales de una nación para pocos.-
                               ¿Quién puede estigmatizar a una persona pobre porque recibe un plan social? ¿quién puede condenar sin atenuantes a aquéllos que las organizan? Más vale pensarlos como víctimas que como victimarios, como el subproducto inexorable de un modelo que ha instalado  la cultura de la pobreza, la marginalidad y el clientelismo.-
                               El feudalismo gobernante en ambas Provincias norteñas, son apenas los brazos ejecutores de un sistema injusto y autoritario, del que coparticipa casi todo el arco político.-
                              
                              

Jorge Simonetti

Jorge Simonetti es abogado y escritor correntino. Se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste. Participó durante muchos años en la actividad política provincial como diputado en 1997 hasta 1999 y senador desde 2005 al 2011.

Se desempeñó como convencional constituyente y en el 2007 fue mpresidente de la Comisión de Redacción de la carta magna. Actualmente es columnista en el diario El Litoral de Corrientes y autor de los libros: Crónicas de la Argentina Confrontativa (2014) ; Justicia y poder en tiempos de cólera (2015); Crítica de la razón idiota (2018).

https://jorgesimonetti.com

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