#COLUMNASIMONETTI Cristina Kirchner Milei

AL BORDE DE DOS PRECIPICIOS

MENTIRAS, REGRESOS Y VIDEOS

“¿Qué son Presidente? ¿Cuál es el programa que tienen? Es un barco sin luces en el mar, un tren que no llega a ninguna estación…una sociedad anónima de destrucción, una empresa de demolición”

Miguel Ángel Pichetto, Diputado Nacional

*con la aceptación del veto a la ley universitaria por parte de los “85 héroes”, Milei sigue sumando heridos casi innecesariamente. La deficiencia de controles en las universidades son responsabilidad del Congreso y del Poder Ejecutivo. Cristina reaparece en la arena política, buscando polarizar con Milei y blindarse judicialmente. 2025 presenta un escenario abierto entre el kirchnerismo y las fuerzas del cielo. Más grieta.

                   “Jorge, no entiendo que critiques a Milei en tus artículos, cuando siempre fuiste crítico del kirchnerismo”, me dijo un amigo días pasados. En una sola frase condensó a la Argentina de los últimos setenta y cinco años, un país dividido, fracturado, enfrentado, por la mera circunstancia de una sociedad a la que no le gusta pensar con algún grado de imparcialidad.

                   Hoy es el mileísmo, que intenta construirse como fuerza política dominante, eligiendo al enemigo conveniente, que presenta más flancos: el kirchnerismo. Es decir, crecer como contrapartida del otro.

                   Pensar con sesgos irreductibles, que significa tomar posiciones sin pensar, en cada tema ubicarse del lado del preconcepto ya adquirido, significa ser esclavos de las trincheras mentales.

                   Temo decir que los partidarios de Cristina y los de Milei, tienen obturado el entendimiento, el raciocinio, sólo atienden a las opiniones que les impone la oscuridad de sus propios líderes.

                   Entonces, si la grieta se construye de arriba hacia abajo, de los líderes hacia la sociedad, se retroalimenta de abajo hacia arriba, de la sociedad hacia los líderes.

                   De tal manera, la Argentina no puede salir de sus propias confrontaciones, de sus odios acendrados, de la descalificación del adversario, cada vez más empujada hacia los extremos.

                   Dos hechos marcaron la escena de los últimos días: la carta de Cristina anunciando su regreso a la arena política y la aceptación del veto presidencial a la ley de financiamiento universitario.

Miente, miente, que algo quedará

                   Milei sigue sumando heridos en la contienda. Ésta vez son los alumnos y profesores de las universidades públicas, ayer los jubilados. Los adversarios se convierten en enemigos con el correr del tiempo, los heridos se curan y se transforman en arietes del combate.

                   Entre volteretas, panquecazos y sospechosas ausencias, el presidente consiguió el número mágico de legisladores que le permitió blindar el veto a la ley universitaria. Sólo falta el asado.

                   Crítico de “la casta”, con el “toma y daca” que utiliza para “convencer”, está construyendo una casta más resistente y más corrupta: la de aquellos que por una monedas cambian su voto, azuzados por un Poder Ejecutivo que no hesita en ser el corruptor.

                   Sabemos que los discursos de Milei están plagados de insultos y descalificaciones a los adversarios. Pero lo más grave es que, además, utiliza las mentiras, las exageraciones y las simplificaciones, para llevar agua a su molino, lo que es sumamente grave para el primer mandatario de un país.

                   Ello vuelve a darse con el tema universitario. En la apertura de la XXXV Asamblea Plenaria del Consejo Empresarial de América Latina, exclamó: el reclamo es un eufemismo del curro de tres o cuatro delincuentes que utilizan una causa noble y la prostituyen para ganar dinero a costa de robárselo a los alumnos y a profesores” …”si estuvieran limpios, que problema habría en auditarlos”.

“El reclamo es un eufemismo…si estuvieran limpios, qué problema habría en auditarlos?” Javier Milei

                   Eso es falso, la insuficiencia de controles o el curro que eventualmente pudiera haber de tres o cuatro, no es la causa del desfinanciamiento de las universidades.

                   Las auditorías a las universidades públicas es competencia del Poder Ejecutivo y del Congreso, dónde están representadas “las fuerzas del cielo”.

                   La Ley de Educación Superior establece que las universidades nacionales estatales deben ser controladas por la Auditoría General de la Nación (AGN) que depende del Congreso, y a su vez contar con mecanismos de auditoría interna.

                   La AGN realiza auditorías, pero es responsabilidad de la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas determinar el plan anual de auditorías. De manera tal que son los propios legisladores los que están en falta, por no establecer auditorías anuales y dotar de personal a la AGN para realizarlas en tiempo y forma.

                   Milei les endilga a las universidades un presunto rechazo a ser auditadas. Falso. El organismo de control interno de la Administración Pública es la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), que depende del presidente de la nación.

                   Si no se hace es simplemente por qué durante el gobierno de Alberto Fernández, el Procurador del Tesoro Carlos Zanini, dictaminó que el control a las universidades por parte de la SIGEN es violatorio de la autonomía universitaria. Si hubiera voluntad de control, con un simple dictamen contrario del Procurador de Milei, Rodolfo Barra, podrían hacerse sin inconvenientes legales ni constitucionales.

                   Es decir que la omisión del control que pudiera existir no es imputable a la universidad pública, sino a la desidia del Congreso y del Poder Ejecutivo en instrumentar los mismos y dotar a los organismos pertinentes de suficiente personal para ejercitarlos. También se puede proponer un proyecto de ley para establecer un cursograma estricto de tales controles.

                   Es decir que la palabra del presidente parte de una mentira, como en tantas oportunidades que para justificar una medida no se pone colorado haciendo imputaciones de corrupción.

¿Otra vez sopa?

                   Cómo si no tuviéramos problemas, éramos pocos y parió la abuela: reapareció Cristina en la escena política, con una larga carta en la que sugiere que está dispuesta a “sacrificarse” para presidir al Partido Justicialista, y eventualmente encabezar las listas de candidatos a diputados en las generales del año que viene.

“Estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad (…). Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto” Cristina Kirchner

                   El gobierno se frotó las manos viendo cómo la expresidenta y vicepresidenta subía las escalerillas que la pondrían en el ring de las peleas por el poder. La adversaria ideal, la que dividiría las aguas y pondrían a muchos indecisos del lado oficialista.

                   Muchos pensamos: ¿otra vez sopa? ¿No fue suficiente con haber dejado el país en las condiciones que lo dejó, luego de más de veinte años en el poder: corrupción y crisis?

Construyendo polarización electoral

                   Hay que decir que Cristina, hoy por hoy, es la única columna que medianamente se mantiene en pie para unificar el voto opositor. Con Macri, casi absorbido por LLA, se presenta un escenario de polarización entre Milei y Cristina.

                   Si partimos de un supuesto 30% de cada lado, resta un 40% que inclinará la balanza en los próximos comicios. La situación económica y los heridos pueden jugar un papel importante, también los recuerdos de un pasado funesto.

Cristina y Milei, los extremos que polarizarían las elecciones de 2025

                   Lo cierto es que la contienda del año que viene parece construirse exclusivamente entre los extremos: el libertarismo insensible de Milei y el progresismo populista de Cristina.

                   Los ciudadanos que ejercitamos el pensamiento crítico, tendremos que optar entre la política del ajuste perpetuo y la vuelta atrás de un populismo que hipotecó al país. Una que convirtió a la Argentina en un país de pobres, el otro que los multiplicó.

                   La expresidenta busca blindarse judicialmente. Milei trascender su condición actual de ariete fugaz que trabaja para demoler lo que quedó en pie.

                   Dr. JORGE EDUARDO SIMONETTI

 

 

 

 

 

Jorge Simonetti

Jorge Simonetti es abogado y escritor correntino. Se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste. Participó durante muchos años en la actividad política provincial como diputado en 1997 hasta 1999 y senador desde 2005 al 2011.

Se desempeñó como convencional constituyente y en el 2007 fue mpresidente de la Comisión de Redacción de la carta magna. Actualmente es columnista en el diario El Litoral de Corrientes y autor de los libros: Crónicas de la Argentina Confrontativa (2014) ; Justicia y poder en tiempos de cólera (2015); Crítica de la razón idiota (2018).

https://jorgesimonetti.com

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