SUPREMA CORTE
“Argentina necesita jueces irreprochables, incuestionables e incorruptibles, para no volver a fracasar. Nuestro país merece una justicia de calidad, y Lijo representa todo lo contrario. Una Argentina distinta es posible. #LijoNo”
Francisco Paoltroni, Senador, expulsado del bloque de LLA
*Mientras el triunviro electo pierde su tiempo en tuiteos, insultos y conferencias, los triunviros no electos se ocupan de las decisiones importantes del estado. Ahora, arman una gran rosca política, que incluyen a peronistas y radicales, para designar al candidato menos preparado y más sospechado de corrupción, Ariel Lijo, para la Corte. ¿Cómo votarán los senadores correntinos?
**Vischi, Valenzuela y Camau están obligados a dar a conocer el sentido y las razones de su voto. Es lo menos que podemos pretender los ciudadanos.
***Los libertarios aprenden y rápido de la “casta”. En poco tiempo se convirtieron ya casi en maestros del “toma y daca”.
El triunvirato presidencial (M, K, C) está empoderado. Su dinámica consiste en dejarlo hablar al electo, mientras las decisiones políticas pasan por los triunviros no electos.
La expulsión del Senador formoseño Francisco Paoltroni del bloque de LLA, por su oposición a Lijo, es una demostración de ello. Telefonazo de Santiago Caputo al Jefe del Bloque, y chau Paoltroni. Le pasó lo que a Lourdes Arrieta en Diputados.
Es que en la novel agrupación política de La Libertad Avanza, se tiene libertad para todo, menos para pensar. Hay que obedecer y punto.
El asesor Santiago Caputo, o “Caputo el joven”, o “el mago del Kremlin”, o “el pibe Starbucks”, no fue votado. Sin embargo, junto a la hermana Karina, tiene por ósmosis el poder del presidente, que cada vez se ocupa menos de las “minucias” del gobierno.
Ya maneja Caputo los resortes de la inteligencia del estado, la actual Side, a través de su amigo Sergio Neiffert, imparte órdenes a los bloques legislativos, y se propone tener “su” Corte Suprema de Justicia. No en vano, de manera inocente el propuesto García Mansilla confesó que no conoce al presidente y que el cargo le fue propuesto por Santiago Caputo.
Pero el caso que ocupa hoy a esta columna, es la designación de Ariel Lijo como Juez de la Corte Suprema de la Nación.
Según la mayoría de los expertos y organismos que tienen que ver con la administración de justicia, el Juez Federal Ariel Lijo es el peor candidato que pudiera haber. Presentaciones ante el Senado dan cuenta de que carece de los mínimos conocimientos académicos para ocupar semejante lugar.
Pero el principal cuestionamiento es de índole moral, cómo que es calificado como el juez más sospechado de corrupción que pudiera haber en Comodoro Py, experto en hacer “dormir” las causas que tienen que ver con el poder y que hoy, precisamente por ello, lo tiene a punto de acceder al apreciado sillón cortesano.
Transcurrió la audiencia senatorial, ahora falta la decisión de la Comisión (9 votos sobre 17) y luego el voto de los 2/3 de los senadores presentes en la sesión convocada al efecto.
Para que la postulación de Lijo pase el filtro senatorial, el poder libertario, que rápido aprende de “la casta”, sabe que tendrá que “envaselinar” adecuadamente los mecanismos necesarios. Y están en ello.
Al final, Milei va a convencerme con su concepto de “casta” referido a los políticos, esa costra democrática que cubre el sistema con sus propios intereses, muchos espurios, distintos a los intereses de sus representados.
Pero ojo, en esa casta, hoy los libertarios aparecen como los comandantes, demostrando que aprenden rápido sobre las zonas oscuras de la política y que tienen poco y nada de escrúpulos, ésos mismos que llegaron con el autobombo de “virginales políticos” y demuestran a cada paso que siempre se puede mentir más y mejor, siempre se puede caer más bajo, ante una sociedad que se traga cualquier “sapo” con tal de no volver a la bancarrota moral del kirchnerismo.
Si Lijo es designado Juez de la Corte será una demostración de que todo es negociable en política, todo incluso la designación del postulante menos calificado académicamente y más sospechado de corrupción.
Será la concreción más burda, torpe y evidente, de que la “casta”, con su rosqueo permanente por intereses “non sanctos”, ha invadido todos los sectores de la política, incluyendo a los libertarios, además de peronistas y radicales.
Todo se ha metido en la gran olla de los negociados políticos, desde el interés del gobierno por armar una mayoría automática al estilo Carlos Menem, hasta el de Cristina por “zafar” de las numerosas causas penales que la aquejan.
Todos contentos con el toma y daca que parece realizarse. Para el poder actual, la posibilidad de que la Corte se convierta en el brazo judicial de la política libertaria, convalidando automáticamente toda decisión del gobierno, aun cuando los jubilados podrían ser, entre muchos, las víctimas.
Para el peronismo, si se amplía el número de cortesanos como parece ser el acuerdo, un par de cargos en la Corte, en la Procuración General y muchos de los 140 jueces federales pendientes de desginación, pero fundamentalmente, una posición “Cristina friendly”.
Para los radicales, un vuelto. ¿cuánto valdría entregar los principios por votar a Lijo? ¿fondos para los gobernadores del palo? ¿un cargo en la Corte? ¿Qué más?
Los medios nacionales dieron cuenta que el Gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, viajó la semana antepasada a CABA. Se dijo que el viaje tenía que ver con la postulación de Lijo.
Cierto o no, lo concreto es que de manera subsiguiente fue eyectado de la Comisión de Acuerdos el senador por Tierra del Fuego Pablo Blanco, cuyo voto en contra de Lijo era público, y reemplazado por el senador correntino Eduardo Vischi. El reemplazo no generó resistencia, al contrario, fue aprobado hasta por el presidente de la UCR Martín Lousteau.
A esta altura de los acontecimientos, nos preguntamos cómo votarán los senadores correntinos, especialmente los radicales. ¿Han negociado el voto a Lijo? Han entrado en el toma y daca, en el “do ut des” (te doy para que me des).
¿Cuál será la posición del radical Eduardo Vischi en la Comisión de Acuerdos y luego en el recinto? ¿Cómo votará la radical Gabriela Valenzuela en la sesión respectiva? Lo de Camau Espínola parece más sencillo. Expulsado del peronismo, el medallista olímpico podrá mostrar una vez más su reconocida volubilidad.
Sin embargo, ¿tenemos algo que ver los ciudadanos correntinos en los acuerdos que generan nuestros políticos sobre temas fundamentales?
La Corte es un organismo clave en el esquema republicano, es el poder contrapoder, o contra mayoritario. Es el único órgano que puede defendernos del abuso de la mayoría.
¿No mereceríamos que nos cuenten como van a votar nuestros senadores y nos expliquen sus razones? ¿Sí Vischi? ¿Si Valenzuela? ¿Sí Camau?
O seguiríamos siendo “de palo”, salvo cuando necesitan nuestro sufragio en tiempo de elecciones.
Dr. JORGE EDUARDO SIMONETTI
