SOCIEDAD M&M
“Si los Muertos no resucitan, comamos y bebamos que mañana moriremos”
Corintios 15:32
*El jubileo electoralista de Massa le costará a Corrientes, según el gobernador Valdes, treinta mil millones de pesos menos en sus ingresos. Una demagogia cara que contó con el apoyo de los diputados libertarios. A tener en cuenta el 22 de octubre.
**Se presentó a la luz pública la empresa M&M, una sociedad de irresponsabilidad ilimitada que tiene como objeto principal desguazar el estado con lapicera y motosierra.
***Nunca antes se dio de manera tan expuesta la ambición irrefrenable de un candidato, que es capaz de rifar el estado con tal de obtener votos.
Argentina es un país sin ayer y sin mañana. Es tan corta la memoria, tan confuso el pasado, tan inasible el futuro, tan fugaces los momentos felices como perennes los sufrimientos, que preferimos apurar la copa del presente, porque el pasado ya fue y el mañana no existe.
Tal parece que el apocalipsis se acerca y es necesario el jubileo, comer, beber y gastar todo lo que tengamos, que a la tumba no nos llevaremos nada.
Esa parece ser la filosofía del candidato oficialista, que está jugando a un solo pleno todos los recursos del estado, sin importarle que luego del 10 de diciembre la Argentina sigue.
Quita múltiple de impuestos sin la contrapartida de reducción de gastos, festival de sumas fijas y subsidios, sin una planificación plausible, mientras la maquinita de imprimir billetes aguante. Ni Cristina ni Alberto se atrevieron a tanto. Le entregaron a Massa el manejo del estado y lo hicieron candidato. Es como hacer entrar al mono a la Rosada y darle una “yilé”.
¿Cómo le suena a Ud., estimado lector, que un ministro, responsable del más de 12% de inflación y de una pobreza galopante, comienza a aflojar la lapicera treinta días antes de una elección en la que el mismo es candidato, reduciendo impuestos, entregando dinero, subsidios, sumas fijas, préstamos a baja tasa, sorteos de electrodomésticos? ¿No se siente un instrumento, un mero instrumento de una ambición sin límites?
Lo sucedido el miércoles en el Congreso describe la situación completa. El libertario le sumó los votos de sus diputados para la aprobación de la modificación en Ganancias, sin asegurarse la reducción subsecuente del gasto público. Allí quedó expuesta a la luz pública la constitución de la firma “M&M” SII (Sociedad de Irresponsabilidad Ilimitada), entre “serrucho” Milei y “generoso” (con plata ajena) Massa.
Ambos aportaron como capital aquello más importante en sus respectivas improntas politicas: el Chuky, una motosierra para cortar todo lo que se levante más de un centímetro por sobre el individualismo libertario; el político múltiple choice de Tigre, aprovechando su doble condición, una lapicera para regalar y regalar plata estatal, mientras aguante la maquinita impresora, con inminente riesgo de hiperinflación.
Uno desde su escudo ideológico y el otro desde su ambición todo terreno, ambos, están dispuestos a jugar un juego de roles con el objetivo de desguazar el estado, aunque no esté del todo claro, todavía, quién juega el papel de operario de la demolición y quién de capataz.
De allí es que se hace creíble la contribución del tigrense para completar las listas de candidatos del aserrador serial, como también la aceptación pacífica del Ministro de prorrogar la aprobación del presupuesto nacional, pedido a través de una amabilísima carta del insultador de La Libertad Avanza, que no parece escrita por él. Besos y abrazos.
Desde el anarcocapitalismo que supone la desaparición del estado, pasando como etapa previa por el minarquismo, que lo concibe como una pequeña estructura para cuidar a las personas mientras hacen negocios, la ideología libertaria promueve la vigencia del individualismo extremo.
En la otra punta de la ideología, desaparecido el comunismo, está el populismo, que ha sido capaz de generar estructuras estatales grandes y elefantiásicas, a las que les sobra grasa y les falta músculo, imposibles de financiar.
Desde un ángulo racional, se supone que el estado debe ser eficiente y ágil, ni muy grande de modo que no constituya un peso insoportable para la sociedad civil, ni tan mínimo que no tenga la capacidad de otorgar la protección básica a los ciudadanos.
El manual de “Cómo achicar el estado sin matar a la gente” supone tiempo y planificación. Pero Massa no tiene mucho tiempo, apenas treinta días hasta las elecciones, sí ambiciones grandes. Por ello recurre al otro manual, el de “Cómo destruir el estado en treinta días, con la gente adentro”. Si no gana, le habrá hecho gran parte del trabajo sucio a Chuky.
Lo notable es la unión de los extremos de la ideología. Tanto la ultraderecha de Milei como la ultraizquierda, se anotaron en la aventura del jubileo massista, apoyando una medida sin ninguna planificación, el revoleo al más puro estilo de la demagogia populista. Desde el palco, Pablo Moyano se daba tiempo para aplaudir a los diputados mileístas y levantar su dedo medio, a modo de pene, en repudio a los de Juntos por el Cambio.
Aunque no pueda creerse, hasta los diputados de Lousteau, el radical filokirchnerista, aportaron su cuota parte en la aprobación, dándole una prueba más a Patricia Bullrich sobre los varios que juegan para sus enemigos electorales en esta campaña.
Si el objeto principal de la sociedad M&M es eliminar todo vestigio del estado eficiente, se sospecha también como propósito social conexo, la reducción a la servidumbre de la Justicia, quitándole los recursos indispensables para su funcionamiento, como ya lo vienen haciendo Massa y el no Presidente Fernández.
Fue altamente sospechoso que en la aprobación de Ganancias, los votos libertarios se sumaran luego que Cristina le diera el visto bueno a Massa. Es la única carta que le queda a ella: un Milei presidente dispuesto a someter al Poder Judicial, Massa jefe de la oposición, mirada cómplice de algún sector de jueces y, si ello no fuere posible, el indulto presidencial. Negocio redondo y con moñito.
Nuevamente, Juntos por el Cambio se vio involucrado en un intento de encerrona, como sucedió en las Paso. Votar a favor de la medida electoralista de Massa o quedar como los chicos malos de la película por no contribuir a aliviarle las cargas impositivas a los ciudadanos.
Sin embargo, los movimientos del candidato regalón son tan expuestos y evidentes, que nadie con dos dedos de frente puede ignorar que intenta comprar votos electorales destruyendo lo poco que queda.
Probablemente, la modificación de Ganancias sea conveniente, pero debe formar parte de una estrategia del futuro gobierno, como parte de una planificación que contemple la reducción de gastos. De la manera de Massa, es una medida demagógica, electoralista e irresponsable, que debe ser repudiada por una sociedad que no debe soportar el engaño oportunista de un encantador de serpientes y saltimbanqui de la política.
No soy penalista, pero seguramente los expertos puedan concluir que el jubileo massista encuadra en alguna figura penal, porque ya no se trata sólo de una “mala praxis”, sino de la utilización dolosa del dinero estatal para fines electorales, un dinero que antes del kirchnerismo se suponía que era de todos.
Milei tiene una ideología dónde el estado sobra en la vida de la sociedad. Massa es capaz de vender el estado por un cacho de poder. En última instancia, es lo mismo.
Dr. JORGE EDUARDO SIMONETTI