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EL CLUB DE LA CHARLA

PARLASUR

“Parlasur: el all inclusive uruguayo para los que quedaron fuera de las listas”

La políticaonline.com

*Además de presidente y legisladores, en los próximos comicios se eligen integrantes del Parlasur. Argentina tiene 43. Casi nadie conoce sus funciones concretas. No tienen facultades legislativas, sí les corresponde el sueldo de diputados según la ley.

**Milagro Sala y José López (el de los bolsos), supieron pasar por ahí. Teresa Parodi, el “docente” Baradel, Lilita Carrió y Luis Brandoni, son algunos de los candidatos.

***En 2016 Macri suspendió el pago de las dietas, no de los pasajes, hotel y viáticos. Judicializado el tema, se espera un fallo de la Corte que, de prosperar, significaría sumas multimillonarias a pagar por el estado nacional a los descansados parlasureños.

                   La mayoría de la gente lo ignora, es un tema muy alejado de su realidad cotidiana, pero en las próximas Paso y en las generales, se eligen los representantes nacionales al Parlasur.

                   ¿Y en qué influye ello para la vida de los argentinos? En casi nada, y digo “casi”, porque en la boleta sábana, los candidatos van pegaditos a la boleta de presidente. De allí que los distintos espacios se afanaron por colocar figuras o nombres conocidos.

                   A modo de ejemplo, diremos que el candidato de Patricia Bullrich es Luis Brandoni, Lilita Carrió la de Rodríguez Larreta y de Sergio Massa es Teresa Parodi y el “docente” Roberto Baradel. Algunos votitos acercarán a la fórmula presidencial, aunque es muy probable que en ciertos casos los alejen.

                   Se calcula que la elección de los parlamentarios costará una cifra cercana a los 5.000 millones. Es la segunda vez que se eligen por votación ciudadana, la primera en 2015. En 2019, Macri decidió suspender la elección y prorrogar los mandatos de los electos en 2015. Nadie puso el grito en el cielo por ello, una prueba de la escasa importancia de estos funcionarios.

                   Figuras emblemáticas pasaron por sus escaños, tales los casos de Milagro Sala y José López, el de los “bolsos”. También anduvieron por allí Jorge Taiana, Agustín Rossi, Daniel Filmus, Gabriel Mariotto, Oscar Parrilli, Mariana Zuvic, entre otros.

                   El ciudadano común se preguntará que es, en definitiva, el Parlasur, para qué sirve, que aportes concretos realiza a la vida de los pueblos, cuál es su tarea concreta, hasta dónde llegan sus facultades, qué iniciativa relevante salió de su seno, cuál es su historia.

                   La denominación “Parlasur” constituye una expresión compuesta, verbo más sustantivo. “Parlar”, según el diccionario de la RAE, es “hablar o charlar, en especial con desenvoltura o desembarazo, de cosas sin importancia”. Sur es la ubicación geográfica.

                   En el concepto general de la ciudadanía, el organismo constituiría el desiderátum de la política: charlar de cosas sin importancia, hablar mucho y sin sustancia.

                   A pesar de su apariencia de institución legislativa, la actividad del organismo parece identificarse más con una función de carácter consultivo y deliberativo. No dicta normas, sólo aprueba dictámenes, recomendaciones, declaraciones. Sus integrantes, podríamos decir, son “parlantes” antes que “parlamentarios”.

                   Creado en 2006, comenzó a funcionar en 2007, está constituido por 183 integrantes, de los cuales 43 pertenecen a la Argentina, la que elige uno por provincia y el resto en distrito único. Su sede es la capital uruguaya de Montevideo.

                   Según los distintos protocolos, normas y reglamentos comunitarios, el Parlasur debe reunirse una vez por mes, normativa ésta que nunca se cumplió. En 2022, sólo tuvo cinco sesiones, en algunos años sólo una.

                   En definitiva, si tenemos que ubicar institucionalmente al Parlasur, podríamos decir que es un órgano asesor, sin ninguna facultad concreta en el ámbito comunitario. Durante todo este tiempo de vigencia, no puede considerarse actividad importante alguna que justifique su existencia como “parlamento”.

                   En un sistema republicano, los poderes legislativos resultan los ámbitos de debate democrático, plural y de decisiones instrumentales. En los estados nacionales, subnacionales y municipales, los parlamentarios dictan normas de cumplimiento obligatorio en el ámbito de su competencia: leyes nacionales, provinciales y ordenanzas municipales.

                   Lo propio sucede en la arena internacional con el Parlamento Europeo, que es la rama legislativa de la Unión Europea, cuyas normas son obligatorias para los estados parte.

                   El Parlasur no dicta normas de cumplimiento obligatorio, por lo que bien puede ser reemplazado por una comisión de políticos, técnicos y académicos, que definen propuestas. No hay necesidad de una ampulosa definición, porque no es el poder legislativo del Mercosur.

                   ¿Conoce Ud. alguna decisión trascendente de los parlamentarios del Sur? Yo no, aunque sí puedo contarle que es lo que resolvieron en su última reunión realizada es 31 de mayo pasado.  Declararon de interés el libro “Néstor, el hombre que cambió todo” de Jorge “Topo” Devoto y también el Festival Juvenil Patagónico y Nacional del Folklore que se realiza anualmente en Santa Cruz.

                   Pero, entonces, ¿cobran sueldo los parlasureños por tan magra producción? La Ley 27.120 establece que los parlamentarios serán asimilados en el derecho interno a los diputados nacionales, es decir tendrán inmunidad de arresto y cobrarán las mismas dietas, que hoy alcanzan una suma aproximada a los 700 mil pesos.

                   Pero ni lo uno ni lo otro. La justicia estableció, a través de un pronunciamiento de la Corte en 2017 en el caso de Milagro Sala, que los integrantes del Parlasur no tienen inmunidad de arresto o “fueros”, como los senadores y diputados nacionales.

                   Por su lado, el entonces presidente Mauricio Macri determinó, en función de una interpretación de las normas comunitarias, que al estado nacional sólo le corresponde pagar pasajes, hotel y viáticos para sus reuniones, más no sueldos, que serían a cargo del presupuesto comunitario. Desde 2016 se suspendió el pago de los mismos.

                   Corrientes tuvo el raro privilegio de judicializar el reclamo. Nuestro representante en el organismo desde 2015, Alejandro Karlen, reclamó el pago de sueldos y obtuvo fallo favorable, aunque la Corte suspendió cautelarmente el pago hasta el fallo definitivo.

                   Se estima que, de prosperar el reclamo de Karlen, con la dieta debida mensualmente a los 43 representantes argentinos desde 2015, el retroactivo se elevaría a una suma multimillonaria.

                   Es conveniente destacar que, la cada vez más desteñida integración regional a través del Mercosur, que sufre los embates de la ideología en desmedro de su función primigenia, le suman una coloración negativa más a los parlamentarios, que, en realidad, pareciera que ni saben para que están.

                   Cabe aclarar que no estamos en contra del Mercosur, menos aún de la búsqueda de coincidencias entre los países del subcontinente. Ha tenido algunos logros trascendentes. Pero es indudable que, la ideologización de sus estamentos, tiene como resultado ineludible su desvalorización como instrumento de integración regional. Lo ocurrido con Lacalle Pou lo puede testimoniar.

                   Si no tiene capacidad jurídica para legislar, si sus reuniones son tan esporádicas que no cumplen siquiera el mínimo de una vez por mes, si la gente no sabe cual es el trabajo de los parlamentarios, si tampoco conocemos alguna medida importante que tenga que ver con la vida de los pueblos del sur, el Parlasur sí que está en un problema: muchos saben que existe pero casi nadie para qué.

                   Otra cosa que debemos replantearnos. Sumar cargos inoficiosos, organismos sin función definida, puestos importantes que generan gastos, es una característica del subdesarrollo cultural, que se oculta detrás de la ampulosidad y el ornamento.

                   La creatividad criolla nunca descansa. El “charlasur” como fue nominada a partir de la ironía, no es sino una representación burlesca de aquello que sucede en la realidad.

                   Dr. JORGE EDUARDO SIMONETTI

 

 

Jorge Simonetti

Jorge Simonetti es abogado y escritor correntino. Se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste. Participó durante muchos años en la actividad política provincial como diputado en 1997 hasta 1999 y senador desde 2005 al 2011.

Se desempeñó como convencional constituyente y en el 2007 fue mpresidente de la Comisión de Redacción de la carta magna. Actualmente es columnista en el diario El Litoral de Corrientes y autor de los libros: Crónicas de la Argentina Confrontativa (2014) ; Justicia y poder en tiempos de cólera (2015); Crítica de la razón idiota (2018).

https://jorgesimonetti.com

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