CASO LOAN
“Involucrar al gobernador es una barbaridad”
Patricia Bullrich
*La teoría del accidente cayó como un castillo de naipes. Al hacerlo, dejó al descubierto una “mise in scene” cuyo montaje se adjudica a sectores relacionados con el poder provincial. Nada hay seguro en el caso. Las autoridades deberían echar luz, presentándose espontáneamente a declarar. Los correntinos queremos saber.
**La cobertura del caso expuso dos realidades: los medios nacionales haciéndose un festival de rating. Los medios locales, poco y nada.
***Lo verdaderamente grave es, en primerísimo lugar, la desaparición de Loan. En segundo, el desprestigio para los correntinos, que no nos merecemos.
El caso Loan debe ser uno de los acontecimientos más dramáticos de estos tiempos. No hay nada peor que temer por la vida de un hijo. Nadie, nunca, está preparado para que su descendiente parta primero, es cambiar el orden natural de las cosas.
Pero la esperanza es lo último que se pierde, y todos cruzamos los dedos para que el adorable pibito de 9 de Julio aparezca con vida y vuelva a abrazar a su familia, tocar su acordeoncito y bailar el chamamé. El resto, es hojarasca.
Sin embargo, el sufrimiento familiar fue largamente excedido por la extraordinaria difusión del caso, dónde hacen más de cuarenta días los medios nacionales están instalados en 9 de Julio, dándole visibilidad al caso, lo que está muy bien, pero también aportando valiosos puntos de rating a sus alicaídas arcas televisivas.
Es muy bueno que se exponga el caso y no se lo deje caer, pero también confunde y dificulta un trabajo concienzudo de la policía y de la justicia, permanentemente “acosadas” por los medios, en una puja descarnada por llegar primero. Los medios locales todo lo contrario, poco y nada, lo que es lamentable.
Además, debo decir que la óptica centralista (porteña para mejor decir) es cómo aquél conductor que, acostumbrado al camino de asfalto, llega a la tierra y pretende seguir guiando su vehículo cómo si estuviera en una moderna autopista.
El “carancheo” del que hablaba el gobernador Valdés, se refiere más a su interna partidaria que a otra cosa. Sin embargo, creo también que algunos caranchos están en los medios y en algunos profesionales “desinteresados”. Están acostumbrados a oler las osamentas a cientos de kilómetros de distancia, y sobrevolar las mismas a costa de una extraordinaria exposición mediática, que no la obtendrían ejerciendo su oficio de manera discreta y efectiva.
La cuestión es, querido Loan, que tu lamentable desaparición, ha servido para demostrar la ineficiencia (por decir lo menos) de la policía, la política, los medios y los caranchos profesionales, en su tarea específica.
Y, principalmente, ha expuesto problemas que son de Corrientes, pero también de muchas zonas del norte pobre, para que los que viven en el pavimento y los edificios altos, sepan las inequidades de un país macrocéfalico, que recuerdan a las provincias sólo por sus estadísticas de pobreza.
Los visitantes se enteraron cómo se habla en Corrientes, cómo se vive en su interior profundo, cómo es la idiosincrasia de la gente de campo, en su pobreza pero también en su dignidad.
Por ello, duele la liviandad con que se habla de la ineficiencia y la corrupción de las instituciones de nuestra provincia. Duele porque somos correntinos orgullosos, pero más duele porque en parte es verdad.
La política es la actividad humana más cruenta después de la guerra. Es más, la primera es la que genera la segunda. Cuándo se advierte alguna debilidad en el adversario político, allí se ataca, como el boxeador que intenta pegar reiteradamente en la lesión de su contrincante.
Días atrás, el fiscal Guillermo Marijuan, ampliado luego por el archiconocido abogado mediático Fernando Burlando, formuló una denuncia en Comodoro Py (lugar dónde se asienta el fuero penal federal), contra la Provincia de Corrientes, su gobernador, el Senador Pellegrini, ministros, policías y algunos otros, por encubrimiento, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público, en relación al caso Loan. El juez Casanello se declaró incompetente, pero el objetivo estaba logrado: el “strepitus fori”.
No nos interesa hablar de jurisdicciones ni de chicaneos jurídicos, sí de la actitud del poder provincial en relación al caso. Graves acusaciones de plantar la teoría del accidente involucran a altos funcionarios.
No prejuzgamos, pero sí decimos que deberían salir de sus encierros, para dar la cara con toda su verdad, y posibilitar que los correntinos sigamos confiando en nuestras autoridades.
El silencio, los mensajes generalizados, la tardanza en presentarse ante la justicia, incrementan las sospechas sobre el poder político, tal vez no en cuánto al hecho en sí, sino a la realización de maniobras para evitar que escale y perjudique políticamente.
El perfil bajo los perjudica más, pero también afecta a todos los correntinos, que nos vemos presentados ante el gran público como una provincia corrupta, ineficiente y encubridora.
Deberían presentarse al Juzgado Federal de Goya y ser sometidos a un interrogatorio presencial, para dispersar la densa niebla que generan las suposiciones.
Son funcionarios púbicos, que, como la mujer del César, deben “ser”, pero también “parecer”, a lo que agrego de mi cosecha, “aparecer” a la luz pública, como rogamos que aparezca Loan.
Los diputados y senadores radicales realizaron una cerrada defensa del gobernador. No sé de que sirve la actitud corporativa. Pero, un detalle es de destacar: se olvidaron de incluir al senador Pellegrini, un colega. ¿Reconocimiento por exclusión o no lo consideraron digno de defensa?
Como correntino, quiero defender mis instituciones. La policía es un organismo que no puede verse manchado por presuntas malas conductas de algunos de sus integrantes, menos aún la justicia, que está integrada, en su mayoría, por magistrados y funcionarios probos.
Y duele mucho más, cuando los acusadores, aunque pudieran tener parte de la verdad, fueron quienes protagonizaron los principales hechos que hoy todavía resuenan en la campana del desprestigio de la justicia argentina.
Guillermo Marijuan, el fiscal que hace algunos años se sacó fotos con las excavadoras para encontrar el dinero K, es el mismo que luego de diez años pidió el sobreseimiento de Cristina diciendo que no tiene ninguna prueba sobre ello. ¿Diez años? ¿Ninguna prueba? Ése es el fiscal que acusa a las autoridades provinciales.
¿Dónde los acusa? En Comodoro Py, el lugar más emblemático de la corrupción judicial en la Argentina, dónde muchos de sus jueces fueron expertos gambeteadores de la regularidad de los procesos contra la corrupción del gobierno anterior.
Tener esos acusadores, duele. Pero más duele la inacción de las autoridades provinciales, que no muestran el pecho para recibir las balas, antes bien se mantienen escondidos para evitar daños colaterales, pero que nos dejan mal parados a todos.
La Provincia de Corrientes elige a sus Jueces a través del Consejo de la Magistratura, y son juzgados por el Jury de Enjuiciamiento. Ambos organismos funcionan muy bien, se ha demostrado en los hechos. Se ajustan a la Constitución Provincial.
La Nación, en cambio, tiene ambos cuerpos absolutamente politizados. De tal forma, es un órgano casi paralizado por la puja de intereses.
Entonces, digo, que el chancho no pretenda predicar higiene. Me permito recomendar más trabajo en los estrados y menos en los set televisivos.
Ojalá que el Dr. Burlando y Marijuan se hagan un tiempo para leer los medios de Corrientes y que los funcionarios provinciales aparezcan.
Dr. JORGE EDUARDO SIMONETTI
